Morderse las uñas puede resultar en el transporte de gérmenes que se ocultan bajo las uñas a la boca o viceversa, llevando a la hinchazón del dedo y en casos extremos pus.
El mordedor compulsivo de uñas puede estar tentado a comer no sólo ésta sino también la cutícula y la piel de alrededor, provocándose heridas por donde sufrir infecciones oportunistas micróbicas y virales.
Dañarse la piel o uñas puede llevar a la ansiedad por la apariencia de las manos, produciéndose así un círculo vicioso (realimentacion o feedback) que perpetúa la conducta.
VAMOSSS, 2 semanas sin comerme las uñas, :D Están lindas n_n
No hay comentarios:
Publicar un comentario