lunes, 28 de marzo de 2011

Varias cosas que comentar:

1) Estoy CANSADA de los “rochos” (para no decir negros de mierda y que me tilden de racista cuando sólo me estoy refiriendo a pibes, de raza blanca, negra, o amarilla –pocas veces visto– que por lo general escuchan cumbia, y hablan como villeros, sean o no sean así. Incluyo acá a todos los chetos que se creen rochos, que se visten para esconder la guita que tienen y SE CREEN POBRES) que te gritan en la calle guasadas.

También estoy cansada de los viejos verdes, los camioneros, y los obreros de construcciones.

a) Hace un par de sábados, un rocho –al que no le vi la cara, pero pude identificar perfectamente que lo era por su tono de voz– me gritó: “EE, vo, petiza.. Daleee mirame. Eee son toda re ortiva ni me mirá, uhhh qué amarga.. Tás pa chuparte los cardos petiza chaborra!!!!”

b) El domingo fui a la verdulería y saliendo veo a un abuelito que al cruzarlo me dice bajito “Qué colita hermosa!” A lo que me dí vuelta y procurando que todo el barrio escuchara le grité “VOS SOS UN VIEJO VERDE!!!!!!”

c) Hoy fui a la tintorería y cuando volvía, me cruzo a dos rochos paseadores de perros que venían quejándose de su trabajo, y uno me grita: “Hermosa! El sábado te paseo a vos!”

d) Hoy fui a la tintorería y cuando volvía, me cruzo a un obrero de la construcción que, perdón por la expresión, (aunque nadie lee esto ya), con voz de “acabo en cualquier momento” me dice: “Ayyyyyyy mamáaaaaaa”

Realmente no entiendo. Más que nada me sorprende el abuelito, mi mamá y mi abuela recordando que en su época, cuando las piropeaban por la calle, les decían cosas al estilo “qué bonita que sos”, o piropos más elaborados que NUNCA llegan a ser guasadas.. Este abuelito, debía tener apenas unos años menos que mi abuela, OSEA. Son todos unos desubicados, me da una bronca tremenda. Más que nada cuando yo no soy un gato que va por ahí mostrando carne. Da la casualidad que en estas tres oportunidades estaba con pantalones laaargos anchos, buzo holgado, con el pelo despeinado, el maquillaje corrido (bueno, estas últimas dos sólo el domingo estaba así..) y nada, me da mucha bronca. Sigo enumerando..

2) Estoy también bastante harta de los colectiveros mala ondaque cada vez son más– que te responden mal, no te paran en la parada para la que tocaste timbre, siguen de largo cuando los querés tomar.. Yo puedo entender que pueden tener malos días, pero una vez que empezás a vajar bastante seguido (todos los días mínimo dos veces por día) con un mismo colectivo, te vas conociendo a todos los de la línea, y te cruzás seguro, a uno más de una vez a la semana. ¿Puede ser que el mismo colectivero SIEMPRE TENGA MALOS DÍAS? Dale, ¿tanto te cuesta tener un poquito más de onda? Yo subo, saludo, pido por favor mi boleto, y agradezco cuando ya lo tengo. Hoy me subo a un colectivo, sonrío, digo “qué tal, un peso veinticinco con monedero por favor.” Me lo carga en la máquina de monedas. Al darme cuenta que no me figuraba en la maquinita de la tarjeta le dije “Con monedero por favor”, y me lo carga, con cara enojada mientras me dice “y, mirá, TODAVÍA, adivino no soy” y me mira con una TREMENDA cara de trasero, que a nadie le hubiera gustado mirarla. Y yo sin embargo, le expliqué, como si le importara, que ya le había pedido, que seguramente no me debió haber escuchado, y que gracias por mi boleto. Cualquiera, tengo que dejar de ser tan gentil. (?).

3) Hoy tuve mi primer clase en el conser, primeras dos en realidad. Llegué al conser, pregunté a los preceptores qué aulas me tocaban. Llego al aula de piano III, para tener clase con el genio de Cazaban, y la pasé muy bien, me sentí muy cómoda, pero también con mucha presión. Me causó gracia como para explicar cosas de piano, usó del tennis y del fútbol, cuando ninguno de los que estábamos en la clase nos interesa el deporte, ni sabemos NADA de eso. Había elegido una sonata de Mozart, pero me la hizo cambiar ): . Asique elegimos las obras, fui a buscarlas a biblioteca, saqué fotocopias en frente, volví, quise ir a tramitar mi libreta de alumna pero ya era hora de ir a mi segunda clase.

Teoría III, con Julián Monti. Un genio. La verdad, ultra contenta con el tipazo que tengo de profesor. Nos enseñó unas “formulitas monti” como les dice él, para en una obra cantada a primera vista poder caer en la nota en la que nos pide la obra sin titubear, o desafinar. E hicimos un dictadito melódico en el que me fue muuuy bien. Muy contenta con el grupo también, encontré gente que no veía hace rato, y también un chico que conocía de ahí y él a mí, pero ninguno de los dos nos acordábamos de nuestros nombres ni de qué clase nos conocíamos. Al charlar nos dimos cuenta que tenemos los mismos horarios, asique espero llevarme genial, porque lo voy a ver cinco días a la semana ._.

La verdad que estoy muy contenta con volver al conservatorio. Tengo sí, un poquito de miedo, porque quiero hacer todo bien, siempre, más que nada con las cosas que me interesan, como esto. Cada año se exige más, y tenés más motivos para seguir haciendo las cosas bien, y los mismos profesores, más que nada ahora el de piano, me hace sentir bastante presionada para que haga todo bien. Espero después eso se convierta en motivación en vez de presión.. Pero nada, estoy muy feliz, me siento muy cómoda ahí adentro, y bueno. Se viene otro año de ir de lunes a vieeernes a ese lugar tan lindo, mi Conservatorio.

No hay comentarios: